sábado, 3 de enero de 2009

Yo solía (y aveces suelo) pensar que había un camino hacia la felicidad, y que, si llegabas a ese camino, terminabas en algún lugar maravilloso, como si la felicidad fuese el destino. Estuve en un montón de caminos, y aunque muchos de ellos conducían a lugares hermosos, todavía no encontré el camino que me lleve a ese sentimiento maravilloso llamado felicidad. Todas las personas solemos pensar que si encontramos la combinación correcta de muchos factores/cosas, podemos encontrar la felicidad. Compramos un montón de cosas nuevas para sentirnos renovados y mejor, viajamos a lugares interesantes, comemos, tomamos, nos drogamos (no en mi caso), o buscamos a “alguien perfecto” que pensamos que nos va a hacer felices.. La mayoría de nosotros simplemente buscamos cambiar nuestro estado emocional con cosas externas o acciones diferentes. Desafortunadamente, no funcionamos de esa forma. Por lo general, cuando buscamos la felicidad fuera de nosotros mismos, ésta termina siendo temporaria. Podemos ser felices al principio con una nueva ropa, pero cuando deja de ser nueva va a necesitar renovarse, y vas a terminar pasando a otra cosa. Comer demasiado, tomar, o usar drogas traen consecuencias al día siguiente. Y sin embargo intentamos constantemente encontrar la combinación de factores que nos hagan felices fuera de nosotros mismos, y terminamos usualmente decepcionados. La felicidad no es un lugar específico, y no hay ningún camino para encontrarla. Debe ser un propósito de nuestras vidas, quizás la razón en la cual pensamos diariamente. Es una combinación de aspectos emocionales que viene desde el interior nuestro. Esto significa que nosotros creamos, en gran parte, las condiciones para nuestra propia felicidad. El camino a la felicidad está dentro de nosotros. Se fundamenta en cómo vemos nuestras propias vidas. La forma en que pensamos afecta nuestros sentimientos; debemos ser honestos al respecto. Cuando nos acercamos a las cosas con una actitud positiva, por lo general, nos sentimos mejor. Como la mayoría de los estados de toda persona no son generalmente positivos, no nos sentimos de esta forma todo el tiempo. A veces la sentimos, a veces no. Todos tenemos altibajos. Esto significa que no existe la felicidad para siempre, a no ser que tengamos la vida soñada. Sin embargo, vale la pena buscar la felicidad a través de nuestros pensamientos e ideologías que nos lleven a realizar acciones positivas para nuestro bien-estar. Creo que la felicidad es lo que obtenemos cuando estamos en sintonía (bien) con nosotros mismos. Es lo que experimentamos cuando vivimos la vida que deseamos que vivir, logrando cosas que queremos lograr, y, sobre todo, disfrutando de hacerlo. Todo esto incluye prestar atención a nosotros mismos, y lo que queremos para que nuestra vida esté físicamente y emocionalmente bien. Esto también incluye prestarle atención al mundo fuera de nosotros, apreciando a otras personas y las oportunidades que nos regala la vida. Si estás trabajando para ser la mejor persona que puedas ser, transformando tu conciencia, y estableciendo y cumpliendo los objetivos que son apropiados a tus valores, creo que estas en el camino a la felicidad. Es un camino que vos creas de acuerdo a como vivis tu vida. La felicidad no es el punto final de nuestra meta, es una parte maravillosa de vivir la vida cotidianamente! El camino no es para llegar a ella, sino que es el camino en sí lo que realmente importa.




Si no me entienden chupenmela, me costó un monton escribirlo y expresar lo que pensaba jajaj.

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